En el año de 1548 un grupo de Gambusinos se congregaron en terrenos pertenecientes a la hoy extinguida Hacienda de Nuestra Señora del Cerro.
Esta congregación dio origen a la formación de Real de Minas, conocido primordialmente con el nombre de Nuestra Señora de la Merced, pasado el tiempo tomó el nombre de Nuestra Señora de Belén de los Asientos de Ibarra, de ahí su actual nombre.
Real de Asientos
En 1694, un grupo de ganbusinos o buscadores de metales se fueron congregando en terrenos pertenecientes a la extinguida hacienda de Nuestra Señora de los Dolores del Carro, dando origen al Real de Minas conocido como Nuestra Señora de la Merced, ubicada en la falda del cerro de Altamira.
Posteriormente se le llamó Nuestra Señora de Belén de los Asientos de Ibarra, pues su fundación se debe a Francisco y Diego de Ibarra, Benito Gaspar de Larrañaga y Juan Ignacio Larrañaga de Salcedo.
Escudo de Real se Asientos
En la parte superior del escudo se encuentra una antorcha encendida, simbolizando la libertad perenne y el don de la sabiduría. Al fondo aparece el contorno el mapa estatal, representando la identidad Aguascalentese y la identificación del municipio. Al frente, enmarcando el interior del escudo, aparece la estilización del pórtico de Tepozán, en representación de las construcciones más ligadas al pasado histórico del municipio.
Dentro del marco, en la parte superior, una franja azul que corona unas manos acunando tierra en su corteza y su entraña, que representan las actividades características del municipio la agricultura y la minería. Las manos simbolizan el trabajo y la unión de los habitantes. Bajo las marcos aparece un libro abierto, simbolizando las bases constitucionales que otorgan, en el artículo 115, la autonomía del municipio. En el contorno del marco está escrito el lema: Municipio Libre, gente noble, tenaz esfuerzo, futuro inmenso.