Municipio de Tepezalá

Tepezalá en nahuatl “lugar entre cerros”debe su nombre al paso que las montañas de San Juan y Altamira abre rumbo a el Gran Tunal, por estas tierras caminaron los guachichiles en busca de sus alimentos. Estos indígenas tuvieron una vida nómada basada en la caza y recolección, frecuentemente establecieron sus campamentos en las cuevas de los cerros y en las orillas de los arroyos que cruzan la región.

Tepezalá Aguascalientes

Pero la vida de los guachichiles cambió violentamente hacia el siglo XVI, cuando un grupo de aventureros españoles parten a la búsqueda y exploración del territorio mexicano. A sangre y fuego los españoles comienzan a colonizar el altiplano central no sin dificultades, como lo demuestra la famosa rebelión del Mixtón (1540-1541), en la zona del río Xuchila, pocos kilómetros del actual estado de Aguascalientes. Durante esta lucha, los indígenas derrotaron varias veces a los españoles, fueron tan furiosos los ataques de los naturales que los invasores se vieron en la necesidad de pedir ayuda al virrey de Mendoza.

Historia de Tepezalá

El combate final inició el primero de diciembre de 1541 después de arduos combates los españoles lograron apoderarse del sitio. Así, el 8 de diciembre fueron derrotados los indígenas rebeldes.

El triunfo de los españoles fue determinante para la estabilidad de la ocupación española en la región de Aguascalientes, donde los encomenderos se encargaron de defender lo que ya había conquistado. Uno de los primeros que se estableció en Aguascalientes fue Juan de Tolosa quien hacia 1546 recibió por disposición del rey, las tierras de Tepezalá, Cuicillo y Sierra de Ibarra. Para proteger la producción minera y el paso de las personas se hizo necesario poblar lo más rápido posible ciertos puntos estratégicos del vasto territorio.

Consecuencia de ello es que esta región en particular empezó a poblarse, siendo Tepezalá. Junto con Ciénega Grande y el Cuicillo los primeros caseríos establecidos dentro del actual territorio del estado de Aguascalientes. Concerniente a Tepezalá, se dice que fue fundado en 1546, por el capitán Juan de Tolosa, poco más tarde también fundador de la villa de Zacatecas, aunque algunas fuentes señalan que ya desde 1540 los conquistadores llevaron grupos indígenas a poblar este lugar, a fin de explotar ciertas minas recién descubiertas.

En sus primeros momentos Tepezalá tuvo una doble misión: como productor de minerales y como centro de refugio para los viajeros que se encaminaban al norte, pero sus minas apenas si fueron explotadas debido a que los feroces chichimecas atacaban sin piedad a los españoles.

Por 1550, a los dos años de la fundación de Zacatecas y de la apertura del camino de la plata, cometieron los chichimecas el primer asalto de la guerra chichimeca. Entre Mozilque y los ríos de Tepezalá, los zacatecos mataron a unos tarascos que llevaban mercancía a Zacatecas; poco después, a tres leguas de allí, la misma banda de asaltadores cayó sobre unas recuas de Cristóbal de Oñate y Diego de Ibarra, esta encarnizada guerra solo terminaría hasta el año de 1590.

Es seguro que viendo lo difícil de la situación los españoles habían expuesto la necesidad de reforzar la presencia militar en la zona con la intención de pacificar a los indígenas rebeldes. La petición fue escuchada y el 16 de abril de 1557 Felipe II Expide la real cedula para la fundación de Tepezalá, cabe aclarar que la citada cédula avala también la Fundación de charcas, hoy en San Luis Potosí. De tal manera la fundación de Tepezalá debe fijarse en 16 de abril de 1573 fecha de expedición de la real cédula.

Después vino la ejecución de la misma, lo cual necesariamente se llevo algunos meses.

El doctor don Juan Bautista de Orozco, oidor de la audiencia de Guadalajara, el 20 de marzo de 1574; al nombrar capitanes que se ordenaban en Nueva Galicia de tal manera que hicieran todo lo posible para fundar más poblaciones en los lugares peligros de las fronteras de los indios para su protección.

Tomando en cuenta estas cédulas se puede fijar la fundación legal de Tepezalá hacia 1573. A Tepezalá, al igual que a Charcas y Lagos, se les atribuyó una muy especial importancia por su estratégica ubicación en la defensa contra los ataques de los bárbaros. Desgraciadamente Tepezalá no pudo resistir las frecuentes embestidas de los indios, su ubicación como paso obligado colocaba en la mira de los rebeldes y a pesar de todos los esfuerzos por mantenerlo como refugio seguro se tuvo que buscar una nueva alternativa para asegurar el tránsito de hombres y mercancías.

Aguascalientes, actual capital del estado ofreció mejores condiciones para cumplir con los objetivos del proyecto, debido a que en sus alrededores ya se habían establecido un gran número de vecinos. Con ello Tepezalá fue descartada como posible centro de apoyo y fue autorizada la fundación legal de Aguascalientes el 22 de octubre de 1575.

Testigos de ese pasado son las construcciones civiles y religiosas que aún se mantienen en pie. Como reconocimiento a su importancia en la economía del estado, aún en el siglo XIX, Tepezalá fue elevado a categoría de municipio en el año de 1857.

Toponimia

Tepezalá en nahuatl “lugar entre cerros” debe su nombre al paso que las montañas de San Juan y Altamira abre rumbo a el Gran Tunal, por estas tierras caminaron los guachichiles en busca de sus alimentos.

Escudo

Escudo de TepezaláEl escudo se compone de un rectángulo coronado a manera de un casco o yelmo de caballero, lo sombrea un sable y lambriquín de hojas decanto, simbolizando el desenvolvimiento de los fundadores, como el capitán Juan de Montoro.

El rectángulo se divide en tres partes; en la parte superior se levanta la sierra de Tepezalá sobre una colina que yergue altiva una iglesia, simbolizando la colonización del territorio; en la parte central aparece una piel en recuerdo de la primer actividad económica; aparece el número 115 del artículo constitucional; en el rectángulo izquierdo se observa sobre un campo labrado un racimo de uvas, más arriba una mazorca de maíz; en el rectángulo derecho se encuentra una pala y un talache, propios para la actividad minera, además un vagón cargado de minerales.